“Yo soy la única presencia que actúa en mi mundo.”
Esta frase corta el piloto automático y te devuelve la dirección.

¿Qué historia te estás contando…

que podrías reescribir hoy?

Todos llevamos una narrativa interna.
Un relato que repetimos sin darnos cuenta:

"Yo soy así."
"A mí siempre me pasa lo mismo."
"Es que yo no puedo con esto."

Pero la gran pregunta es:
¿Esa historia es verdad… o solo la has repetido tanto que se volvió tu realidad?

Stephen Covey lo expresó con claridad:

“No somos prisioneros de nuestro pasado, sino arquitectos de nuestro futuro.”

Y la clave está justo ahí: no eres esclavo de lo que viviste, pero sí eres responsable de lo que sigues repitiendo.

Tu historia no está grabada en piedra

El pasado no desaparece, pero puede resignificarse.
Lo que hoy duele puede volverse impulso.
Lo que ayer te marcó puede convertirse en maestría.

Y aquí es donde la hipnosis consciente deja de ser un concepto extraño y se vuelve una herramienta práctica:
Te permite ir a ese nivel donde las historias que te cuentas se originaron —esas creencias profundas que tomaste como verdades—
y reprogramarlas desde la raíz.

No para negar lo que pasó, sino para recuperar tu poder sobre ello.

Redacta un nuevo párrafo hoy.
No necesitas reescribir tu vida entera en un día. Solo empieza con una decisión:
¿Cuál es la versión de mí que quiero empezar a vivir?

Reescribir tu historia no es olvidar. Es recordar que tú eres el autor.

Y que cada página que viene puede estar escrita desde tu verdadero potencial, no desde las limitaciones que te contaron… o que te contaste.

Consejitos del alma

Detecta la frase que más repites sobre ti.
La que siempre usas como excusa o explicación. Escríbela. Obsérvala. Pregúntate: ¿Es realmente mía? ¿O la heredé?

Haz una pausa antes de reaccionar.
Cada vez que digas “es que yo soy…”, añade: “¿y si no fuera así?” Esa pregunta abre grietas en la jaula.

Utiliza afirmaciones que desarmen la vieja historia.
Conny Méndez enseñaba:

“Yo soy la única presencia que actúa en mi mundo.”
Esta frase corta el piloto automático y te devuelve la dirección.

Explora el origen, no solo el síntoma.
La mayoría intenta cambiar la historia desde la mente consciente… pero la raíz está en el subconsciente. Ahí es donde la hipnosis abre la puerta.

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“No será frecuente, pero será con alma.”